Gabriel Florensa, Mentor de emprendedores
Mentores, por llamar a personas con experiencia, quienes han transitado un camino, y son o han sido, exitosas en lo que hacen, y nos pueden servir de inspiración, o, modelando su accionar, podamos llegar al mismo lugar que ellos llegaron. Es decir, ya sea para nuestro negocio o crecimiento personal, todos necesitamos un referente en nuestras vidas !.
A nivel profesional, en el ecosistema emprendedor está bien visto tener mentores y resulta de mucha utilidad que los emprendedores quien pueda acompañarlos en las etapas iniciales de su proyecto, ayudándolos a transitar por un camino más seguro.
El aporte de un mentor, si bien se puede sintetizar en dos palabras, Experiencia y Relaciones, contiene una zona gris comprendida por suposiciones y expectativas que me gustaría allanar. Un mentor, nos puede marcar el camino más corto entre un punto y otro, pero son los emprendedores quienes deben recorrerlo. El Mentor hace de consejero, inspirador y motivador. En consecuencia, los grandes objetivos del mentor son guiar, desafiar, estimular y potenciar el talento de sus mentees a nivel profesional y personal.
A la hora de emprender y de recurrir a un Mentor, me gustaría tratar algunos conceptos que llevan a saber que esperar del él y que no. Por lo tanto, voy a hablar sobre cinco aspectos o acuerdos tácitos que se dan entre ambas partes, mirando ambas caras de la misma moneda. Desde el lado de los emprendedores, como podemos aprovechar la experiencia del mentor, y, desde el lado de los mentores, y a que debemos atenernos cuando se está mentoreando a emprendedores:
- Los errores valen más que los aciertos: El Mentor ha recorrido un camino, y seguramente podemos aprender mucho de sus experiencias, pero es más provechoso que nos den consejos en función de sus errores, que de sus aciertos. El hecho que puedan alertarnos, exponiendo sus fracasos, servirá para que el mentee evite cometerlos. Aquellos errores o desaciertos que, muchas veces a los mentores no lo dejaron dormir de noche o que les causaron tantas frustraciones en su momento, son muy útiles para ser transmitidos a los emprendedores y que estos aprendan de ellos.
- Acompañamiento personal no profesional: Más allá de la formación o especialización de un mentor como profesional, es importante que este pueda acompañar al emprendedor, sin títulos, es decir, desde el aspecto más humano posible, poniéndose en los zapatos de ellos, o trabajando codo a codo con ellos, con las mismas ambiciones y expectativas que tiene el emprendedor. Es importante que el Mentor pueda dejar de lado la chapa profesional, o la organización que está detrás de él, para ser él mismo, como persona y no el CEO o CTO de una empresa o corporación. Esto es una forma de acercamiento o empatía que debe lograr el Mentor dejando los títulos de lado.
- Aconsejar no es liderar: Cuando un mentor se pone al lado de un emprendedor para guiarlo, aconsejarlo o motivarlo, nunca debe intentar asumir su rol de líder. Si bien el mentor sugiere soluciones o responde a consultas, las decisiones de ejecución de las mismas, siempre están en manos del emprendedor. La decisión es su potestad como líder o referente de su equipo o grupo humano, y el consejo del mentor no debe ser más que teórico.
- Ser honestos: El Mentor debe ser honesto, no sólo con la información que puede aportar, sino también con el tiempo que puede dedicarle a los emprendedores y su proyecto. Aunque sea una hora semanal, eso no sólo es algo, muchas veces, pude ser de gran ayuda. Ser honestos también significa ser francos. A la hora de dar feedback, a veces puede implicar que el emprendedor tenga que escuchar cosas que lo incomoden o no le guste escuchar, pero es responsabilidad del mentor decirlas, aunque duelan o sean hostiles. Sino no lo hace, sería irresponsable de su parte. Como contraparte, el emprendedor debe saber escuchar y tomar nota de estas devoluciones.
- No tener todas las respuestas: El Mentor se compromete, en el proceso de mentoría, ayudar a los emprendedores, pero esto no implica que este sepa o tenga que dar todas las respuestas. El Mentor puede desconocer muchos aspectos en los que los emprendedores pueden ser especialistas o más idóneos en el tema. El mentor, por su experiencia, podrá jugar con más variables a la hora de dar un consejo, pero no implica que tiene la respuesta certera del camino a seguir, sino que sólo suma un punto de vista respetado por su posición.
En cuanto a las Relaciones, como se lo llama ahora, red de Networking, son contactos que tienen los mentores, por haberlos desarrollado durante toda su vida profesional, lo cual es de enorme utilidad para los fundadores. Muchas veces son muy útiles para acceder a ciertas personas para que ser escuchados, y sin ser referidos por su mentor, no lo lograrían. Gracias a ellos los mismos emprendedores van entretejiendo su propia red de Networking que los propios en el ecosistema.