Llega un momento clave en la vida de una startup que obliga a pensar en la importancia de una aceleradora: ¿qué pueden brindar de innovador a nuestro negocio? ¿cómo les fue a otros emprendedores en ese proceso? ¿les sirvió la ayuda y el asesoramiento recibido?
La palabra de un emprendedor que aplicó a una aceleradora e hizo crecer su proyecto, es un empujón necesario para aquellos que tienden seguir el mismo camino. Hablamos en exclusiva con los emprendedores Mariano Saenz, CEO y co-founder de WinClap- startup con tonada cordobesa que ya está volando alto alrededor del mundo- ; y Ezequiel Bucai, director ejecutivo y cofundador de la app Clickypass, una membresía que te permite acceder a una gran red de gimnasios y centros deportivos para practicar ilimitadamente todas las actividades y clases que quieras.
Mariano y Ezequiel nos cuentan cómo sus startups se convirtieron en negocios exitosos en el mercado global, gracias a la decisión de ser parte de un programa de aceleración. ¡Encontrá todos los detalles de sus experiencias en esta nota!
WinClap: Ideas que evolucionan
"Utilizamos un algoritmo de optimización de campañas combinado con sofisticadas capacidades de orientación y presupuestación", dice el sitio de WinClap, la idea de dos cordobeses -Gonzalo Olmedo y Mariano Sáenz- que se incubó en el doingLABS y se aceleró luego por Wayra Argentina. La pulieron durante 3 años y la llevaron a un negocio que explota: el de la publicidad mobile y las apps. Ya facturan millones de dólares y abrirán oficinas en San Francisco, Tel Aviv, Shanghai.
Winclap fue mutando y desarrolló finalmente una plataforma para hacer eficiente la publicidad en móviles basada en el banner, en hacer clic o en bajar la aplicación. Para lograr este éxito, sus fundadores tomaron una gran decisión en un momento decisivo: aplicar a un programa de aceleración para startups. ¿Cuál fue el motivo principal? “Las ventajas comparativas que ofrecen estos programas al negocio. Hay muchas, pero si las tuviese que resumir en algunos pocos puntos serían en primer lugar, el acceso al capital necesario para crecer, una de las cosas más difíciles para los emprendedores. Luego, el branding de Empresa: por lo general antes de entrar a la aceleradora tu empresa no es conocida y por ende es difícil el reclutar y vender” detalla Mariano.
Además, resalta el gran salto en las decisiones de Inversión “son mucho más maduras: los programas de aceleración por lo general cuentan con un aporte en efectivo y otro en servicios. Destaco mucho la de servicios. Las aceleradoras suelen contratar en instancias iniciales mejor que los mismos emprendedores. Los emprendedores tendemos a contratar servicios de menor calidad por querer conservar el dinero por más tiempo. Esto también te muestra un panorama general del funcionamiento del ecosistema: uno empieza a entender ahí como realmente funcionan este tipo de empresas”.
Tips de gestión
Mariano nos cuenta que, para él “pertenecer a un programa de aceleración no asegura completamente el éxito, pero sí contribuye a alcanzarlo. El mayor beneficio que tiene el aplicar a los programas de aceleración, es que genera la capacidad en el emprendedor de resumir la información de todo lo que tiene en su mente, lo que ayuda a hacer foco y concretizar. De otra manera, es más difícil hacerlo”.
Al momento de aplicar a los programas de las aceleradoras son muchas las razones que pasan por la cabeza del emprendedor; en el caso de Mariano su principal razón fue que sentían la necesidad que alguien los encaminara y le diera un marco al proyecto. “Insisto: ayuda a poner sobre papeles lo que uno tiene en la cabeza. Eso te obliga a hacer y requiere de todo tu tiempo y energías para desarrollarlo como un negocio real.”
Mariano se remonta a sus inicios y nos recomienda ingresar a una aceleradora, “Ojo, este no es el FIN, es sólo un Medio. Lo mismo que ganar un concurso o pertenecer a un programa del gobierno. Creo que el error más grande que cometemos por lo general es creer que el Fin es la nota en el diario, el premio, o el ingreso a la aceleradora. El Fin debería ser construir una compañía global que genere un negocio real”. Por otro lado, aconseja que “ser rechazado no significa que el emprendimiento no sirve. A las grandes compañías que hoy construyen el futuro también las rechazaron. Hay que saber escuchar, pero también entender muy bien quien está siendo el emisor”, cierra Mariano.
Clickypass: Una membresía, miles de experiencias
Ezequiel Bucai nos cuenta su experiencia al aplicar en el programa de aceleración de Incutex. “Esta oportunidad nos permitió ir validando nuestro modelo de negocio, nuestra visión.. En tecnología es difícil poder empezar con una idea, luego armar una estrategia y llevarla a cabo tal cual, las cosas no salen exactamente como uno lo piensa. pero al pasar por una aceleradora pude ir probando y las diferentes ideas que teníamos hasta encontrar el modelo de negocio que más nos funcionaba”.
Ezequiel, nos cuenta que su mayor anhelo era formalizar lo que para él era sólo una idea o un hobby; y esperaba con esta oportunidad poder transformar ese hobby en una empresa.
Una red hecha a tu medida
Además de recibir financiamiento, se le suma la relevancia de la red de contactos y el networking que surgen al momento de hacer la elección. “La red a la cual accedés es clave: en definitiva mientras más herramientas y más contactos se tenga, más rápido va a ser el proceso de asociación de tu empresa. Por lo tanto, la principal ventaja es que tanto los dueños de las aceleradoras o las personas que trabajan dentro de las aceleradoras, como los mentores o la gente que los mismos mentores conocen te van a ayudar a crecer” argumenta el CEO de Clickypass, Ezequiel.
“Ellos ya vivieron una experiencia previa de crear una empresa y conocen las diferentes pruebas que podés tener antes que suceda. Te anticipan las cosas que estás haciendo mal para que no te pase a vos como emprendedor lo mismo que les pasó a ellos cuando empezaron sus diferentes empresas”, nos cuenta Ezequiel.
El proceso de aplicación enriquece al negocio y lo dota de cualidades que lo hace único en el mercado. Por eso, ambos emprendedores confían en la importancia de esos programas, y los recomiendan: “es siempre más grande que lo que en ese momento parece” dice Ezequiel. Mariano nos deja pensando, ya que para él “el negocio no sería igual en lo absoluto si no hubiésemos aplicado. Nos empujó a levantar mucho la vara, dejó de ser un juego para ser un negocio real con responsabilidades reales”.